Dinamarca quiere suprimir el IVA de los libros para incentivar la lectura

En un contexto en el que la lectura compite con pantallas, redes sociales y contenidos digitales de consumo rápido, Dinamarca ha puesto sobre la mesa una propuesta ambiciosa: suprimir el IVA de los libros con el objetivo de incentivar la lectura y facilitar el acceso a la cultura escrita. Esta medida busca derribar una de las barreras económicas que todavía pesa sobre muchos lectores y, al mismo tiempo, enviar un mensaje claro sobre la importancia de los libros en la sociedad contemporánea.

Actualmente, los libros en Dinamarca están sujetos a un impuesto al valor añadido que, aunque más reducido que el de otros productos, sigue encareciendo el precio final. La eliminación total del IVA supondría una rebaja inmediata que se trasladaría directamente al consumidor, haciendo que tanto los libros físicos como los digitales sean más asequibles. En una época donde el coste de vida se ha disparado en toda Europa, abaratar los libros se plantea como una forma de democratizar el acceso al conocimiento.

La propuesta ha despertado un intenso debate cultural y político. Por un lado, sus defensores consideran que los libros no deben tratarse como simples bienes de consumo, sino como bienes culturales esenciales, al mismo nivel que la educación o la sanidad. Desde este punto de vista, el Estado tiene la responsabilidad de facilitar su acceso y fomentar hábitos de lectura que fortalezcan la formación intelectual y crítica de la ciudadanía.

Por otro lado, los detractores señalan que eliminar el IVA supondrá una reducción en la recaudación fiscal que deberá compensarse de alguna manera. Sin embargo, los impulsores de la medida argumentan que los beneficios culturales y sociales superarán con creces esa pérdida económica. Un pueblo que lee más es un pueblo que piensa más, y ese impacto positivo se refleja en áreas tan diversas como la educación, la participación democrática y el desarrollo de industrias creativas.

Dinamarca no sería el primer país en plantear medidas de este tipo. Otros estados europeos, como Noruega o el Reino Unido, ya aplican impuestos reducidos o incluso nulos a la venta de libros, y los resultados han sido alentadores. En España, por ejemplo, los libros gozan de un IVA reducido del 4 %, mucho más bajo que el tipo general del 21 %, precisamente para facilitar su acceso. El caso danés, no obstante, iría más allá al suprimir completamente el impuesto, convirtiéndose en uno de los países más comprometidos con la promoción de la lectura.

Además, esta medida se alinea con las políticas culturales que Dinamarca ha impulsado históricamente. El país nórdico ha destacado por su apoyo a la educación, la investigación y la creatividad, situando a la cultura en el centro de sus políticas públicas. Suprimir el IVA de los libros se entiende, por tanto, como un paso lógico dentro de un marco más amplio de protección y estímulo a las artes y las letras.

Las librerías independientes serían uno de los sectores más beneficiados. En un mercado cada vez más dominado por las grandes plataformas digitales, los pequeños comercios libreros necesitan medidas que refuercen su competitividad. Un libro más barato puede atraer a más lectores a estas librerías de barrio, fomentando no solo la venta de ejemplares, sino también la vida cultural que gira en torno a estos espacios.

También se espera un impacto positivo en el mercado digital. Los e-books y audiolibros, que han experimentado un crecimiento significativo en los últimos años, podrían experimentar un impulso adicional al quedar libres de impuestos. Esto abriría nuevas oportunidades para los jóvenes, que muchas veces prefieren consumir literatura en formatos alternativos y más portátiles.

La propuesta danesa subraya un mensaje fundamental: en tiempos de saturación digital, los libros siguen siendo una herramienta insustituible para el pensamiento crítico y la imaginación. Al suprimir el IVA, Dinamarca quiere dar un paso decidido hacia la construcción de una sociedad donde la lectura sea un derecho accesible para todos y no un lujo condicionado por el precio.