La emblemática sala de conciertos Sidecar en Barcelona, que cerró sus puertas a principios de este año tras 41 años en la plaza Reial, ha reabierto con una nueva identidad: Club Sauvage. El fundador, Roberto Tierz, había anunciado el cierre con la esperanza de que el local pudiera resurgir bajo una nueva gestión, y ese momento finalmente ha llegado.
El nuevo Club Sauvage es ahora propiedad del grupo empresarial que gestiona los bares Farola, Sauvage y Creps al Born. Desde este viernes, los carteles con el nuevo nombre ya adornan la fachada del local, dando la bienvenida a una nueva etapa en el corazón del barrio Gòtic. La inauguración oficial contó con una actuación del colectivo de trap Chäckra el 26 de julio, seguida por la banda argentina de bluegrass punk Angry Zeta.
Club Sauvage combina lo mejor de varios mundos: coctelería en la planta baja, discoteca y sala de conciertos en el sótano, donde durante décadas actuaron algunos de los grupos emergentes más destacados de la escena musical barcelonesa. El local, ahora renovado, promete mantener viva la esencia artística del Sidecar mientras ofrece un ambiente moderno y vibrante.
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